17 diciembre, 2009

A todos nuestros amigos y familia, así como a los que ocasionalmente visitáis este blog os deseamos lo mejor para estas fiestas y el año 2010

03 diciembre, 2009

Las Edades del Hombre, Soria 2009

Cuando en el 2002 organizamos un viaje a Murcia para ver "Huellas" en su catedral, ya había visitado en un par de ocasiones "Las Edades del Hombre", que desde Valladolid 1988, año en el que comenzó a celebrarse este evento, culmina este año con la Exposición de la concatedral de Soria, a la que voy a hacer referencia en este escrito sobre mis viajes.
También había tenido oportunidad de visitar en Valencia, "A la Luz de las Imágenes", magna exposición de similares características que año tras año se organiza en la comunidad valenciana y esto me ha hecho reflexionar en muchas ocasiones, sobre cuales han podido ser las razones que hayan impedido la existencia en Andalucía de una Fundación similar a la Murciana, Valenciana o Castellano-Leonesa. Porque, arte religioso, en Andalucía, hay, en calidad y en cantidad.
Cuando me informaron de la excursión que la parroquia de San Pedro de Alcaudete, preparaba para el fin de semana del 21-22 de Noviembre, yo tenia programado desde un mes antes mi viaje a Soria para ver esta maravillosa muestra, así es que el lunes 23 de ese mismo mes salimos con destino a Madrid, donde tengo parada y fonda asegurada y de paso cumplía con el imperioso deseo de coger en mis brazos a ese maravilloso nieto que tengo desde hace dos meses y medio.

La mañana del martes 24 amaneció radiante. Salimos a eso de las nueve y en tres horas escasas nos encontrábamos ante la remodelada ermita de San Baudelio de Berlanga, que es motivo del cartel anunciador de estas Edades del Hombre 2009. La visita a esta pequeña capilla merece el viaje por si sola. Como decía la señorita que nos explicó su historia, nos encontrábamos en la Capilla Sixtina del arte Mozárabe. Si tuviera que contar lo que aprendí en aquel templo, llenaría más paginas de lo que da este relato de viajes. A la salida, solo pude lamentar que mis paisanos, que habían estado por allí el fin de semana, no hubieran podido contemplar esa maravilla.

Sólo se tardaba media hora en llegar a San Miguel de Gormaz, pero echamos bastante más, ya que al paso por Berlanga de Duero, nos llamó la atención su arquitectura, así es que aprovechamos para tomar algo y darnos una vuelta por sus soportales.

La ermita de San Miguel de Gormaz, está situada en la ladera de la colina que domina la fortaleza califal de Gormaz, que es lo más grande en fortaleza que he visto en toda mi vida. La ermita tiene una pila bautismal excavada en el suelo del recinto central y sus pinturas son impresionantes. Otra visita que lamentablemente se perdieron los alcaudetenses que visitaron Soria.
El Burgo de Osma era nuestra siguiente parada, programada para comer lechazo, pero eso no fue posible, solo nos ofrecieron cochinillo y ese no era el objetivo así es que nos conformamos con los platos de un decepcionante menú.

El Burgo tiene una catedral con "tos los avios". la abrieron a las cuatro de la tarde y el paseo por su museo, claustro e interior dio el tiempo suficiente como para difuminar la somnolencia que acostumbra a aparecer tras las comidas. Esta catedral nos encantó, como templo y por la riqueza de sus tesoros artísticos, muchos de ellos trasladados a la concatedral de Soria para la exposición de las Edades del Hombre.

Anochecía cuando llegamos al parador nacional de Soria y decidimos no salir hasta la mañana siguiente. Este alojamiento es de primera categoría, confortable y muy moderno, acogedor y con unas vistas sobre la ciudad que no dejan indiferente a nadie.
Cuando por la mañana, llegamos ante la concatedral de San Pedro, no pudimos reprimir nuestra decepción contemplando el exterior del templo. Ni punto de comparación con la catedral del Burgo.

Nos acercamos a su entrada que permanecía cerrada y como faltaba un buen rato para que abriera sus puertas decidimos desayunar. Sin saberlo, nos enfrentábamos a una ardua tarea. Entramos en tres bares en nuestro camino hacia el centro de la ciudad. La bollería brillaba por su ausencia, las tostadas no existen, y solamente se nos ofrecieron unos torreznos que en un principio nos parecieron churros y alguna que otra tortilla de patatas..., "es que verá usted aquí no desayunamos, aquí almorzamos".
Otra cosa fue al llegar al centro. Entramos en Collado 58, una cafetería bien equipada y bien servida donde había una oferta completísima, ¡hasta churros tenía!. Desayunamos bien y lo que nos apeteció, pero dada nuestra peregrinación para hacerlo, se nos ocurrió preguntarle a Jose, el camarero, en dónde podríamos cumplir al mediodía con nuestro deseo del churrasco. Fue muy amable y desde estas lineas le agradecemos su recomendación que después comentaré.
Por la calle de la Zapatería y calle Real adelante nos acercamos a la concatedral para ver la exposición. Allí nos unimos a un grupo que liderado por una documentada guía recorrió ordenadamente todas las fases de la muestra. Nunca decepciona este tipo de evento y seguro que mis paisanos que estuvieron el domingo visitando la muestra, disfrutaron contemplando las espléndidas pinturas y esculturas que allí se pueden ver.
Al acabar el recorrido regresamos al interior con la finalidad de ver un audiovisual sobre el románico, aprovechando para descansar sentados un ratito. Salimos al claustro y a la calle, en busca del churrasco que no pudo ser el día anterior.

Centro de la ciudad de Soria. Calle Numancia 6. Asador Ecus. Para evitar sorpresas habíamos reservado mesa. El día se había vuelto desapacible y agradecimos que nos diesen la mesa junto al horno. Un guiso de almejas concha-fina sirvió como entrante, mientras esperábamos que saliese del horno nuestro cordero. Las almejas estaban extraordinarias, máxime si tenemos en cuenta que nos encontrábamos a bastantes kilómetros de la costa.
No se si volveremos a comer un churrasco tan bueno y desde aquí recomendamos a quién visite esta capital que no olvide el Asador Ecus, un lugar donde se come un cordero exquisito, entre otras cosas.
La tarde no invitaba a pasear así es que nos retiramos al parador. Ya no saldríamos hasta la mañana siguiente que se presentó lluviosa. Nuestro destino estaba en Santa María de Huerta, muy cerca de la provincia de Zaragoza. Al lado de la A-2 Madrid-Barcelona se encuentra esta pequeña población que es sede de un impresionante monasterio cisterciense, que queríamos visitar desde hacía tiempo.

Merece la pena la visita. Su iglesia de dimensiones casi de catedral, sus dos claustros, el herreriano y el gótico-plateresco, el refectorio, la cocina, el comedor de conversos nos trasportan a otras épocas y asombran por la belleza de las estancias. Si tiene oportunidad, hágame caso y visítelo, que me lo agradecerá.
Después de comprar una hogaza de pan, algo que hago siempre que encuentro, nos dirigimos a Madrid, pero con una última parada para comer en Alcalá de Henares, otro lugar que me enamora. Pasar por la fachada de su Universidad, la plaza de Cervantes, los soportales de su calle Mayor..., es un placer del que no me privo siempre que tengo posibilidad.

En Madrid me esperaba otra historia, mi nieto Mario.

Para saber más de San Baudelio:
http://www.turismo-prerromanico.es/arterural/SBBERLANGA/BERLANGAficha.htm
http://www.lasedades.tv/video/17/San_Baudelio.htm

Para saber más de San Miguel de Gormaz:
http://www.lasedades.tv/video/16/San_Miguel.htm
http://www.astragalo.net/articulos/gormaz.htm

Para saber más del monasterio de Sta Mará de Huerta:
http://www.monasteriohuerta.org/

La segunda semana de Septiembre 2009 en Menorca.

Desde hace un tiempo ha aparecido en el mercado una opción para viajar a buen precio y con criterios de calidad. Se trata de viajes para mayores de cincuenta y cinco años y en mi caso ya he tenido varias experiencias, todas muy satisfactorias. Este viaje de una semana a Menorca es una de ellas y merece la pena. Una semana con todo incluido en el hotel Barceló-Hamilton y con los viajes de avión, salió por unos setecientos euros la pareja.


Nuestro hotel se encontraba en Es Castell la antigua población de Villacarlos, situada a la entrada del puerto de Mahón, muy bien comunicado con esta ciudad. y muy cerquita de Cales Fonts, antiguo muelle de pescadores, de preciosa estampa mediterránea, donde las terrazas de los bares y restaurantes junto con los puestos de artesanía, comparten un paisaje espectacular a la orilla del mar con algunas cuevas transformadas en tiendas y tabernas de pescadores.
Mi criterio, cuando visito algún sitio a donde me he desplazado con avión, es utilizar los medios públicos de transporte, así es que este medio es el que usamos para desplazamos por la isla.

La ciudad de Mahón es la típica ciudad mediterránea, llena de turistas todo el año y que en esta ocasión está llena de obras aprovechando el PlanE como en toda España. No trataré de hacer una descripción de monumentos, eso viene en cualquier guía turística, así es que me limitaré a describir mis sensaciones. A Mahón se llega en autobús hasta la estación de autobuses, de nombre "Cavallitos" y que se encuentra en la plaza de la Esplanada de la que sale la calle de las Moreres que nos lleva al centro. El bullicio es constante y sus cafeterías están siempre llenas, siendo la amabilidad de sus gentes lo primero de lo que nos damos cuenta. Al llegar a la parte más céntrica y antigua podemos contemplar como las calles caen en cuesta hacia el puerto en el que los barcos de pasajeros y mercancías se afanan en maniobras de atraque y salida. Una de las cosas que más me llamó la atención fue su mercado, que se encuentra ubicado en el claustro de su iglesia del Carmen, (que está abierta al culto pues es la más importante de la ciudad), siendo los sótanos de dicho claustro un supermercado. Justo al lado se encuentra un precioso mercado de pescados, con un patio central y lleno de puestos con una variedad envidiable.

Por doquier hay panaderías-pastelerías donde poder comprar desde hogazas a las renombradas ensaimadas. Otra de las delicatessen que tiene esta isla es la deliciosa sobreasada, que aunque es un poco cara no tiene ni punto de comparación con la que encontramos en la península.

Ciudadela, la otra ciudad importante se encuentra al oeste, en el otro extremo de la isla. Se tarda una media hora en autobús y nosotros la visitamos por la mañana. Es una bonita población, que conserva más edificios antiguos que Mahón, siendo el paseo por sus calles una gozada. Allí compré una abarcas menorquinas para mi nieto Mario y deambulamos por toda la ciudad hasta la hora del mediodía en que nos encaminamos hacia los restaurantes del puerto con la obsesión de comer pescado, cosa que hicimos. A destacar las sardinas asadas y la jibia a la plancha, exquisitas.
Alaior es la tercera ciudad en importancia y por estar situada tierra adentro tiene un menor bullicio turístico, pero no por eso es menos gratificante el paseo por sus calles. En esta ciudad me percaté de una sana costumbre de los menorquines a la hora de dar nombre a sus calles.

Estas se llaman como los vecinos las han nombrado desde siempre, paseo de las Moreras, calle de los Novios o calle del Arraval, lo máximo a lo que llegan es a darle el nombre de un santo como el carrer de San Roc, pero evitan darle el nombre de un político o de algún personaje actual. Cuando desean homenajear a alguna persona, debajo del rótulo con el nombre de la calle colocan una placa en la que dicen que esa calle se dedica a la memoria de tal o cual persona.

Otra visita a no perderse es el paseo en barco por el puerto, que según nos dijeron, es el segundo puerto natural más grande de Europa con cinco km de longitud. Tomamos el barquito en Cales Fonts y tardamos en darle la vuelta más de una hora, con una parada en Mahón. Entre otras curiosidades nos llamó la atención los impresionantes chalets con acceso directo al agua propiedad de artistas y "celebritos" de todo el mundo entre los que se encuentran Iñaki Gabilondo o Mercedes Milá.

También son interesantes las historias que la guía nos contó sobre las islas que se encuentran dentro del puerto, como la Isla de la Mola, unida a tierra, que forma parte de la base naval y es el punto más oriental de España. otra es la Isla del Rey que es por donde desembarcó el Rey Alfonso III de Aragón en su expedición de conquista, y finalmente, la Isla del Lazareto, sede de eventos científicos y congresos.

Por último e imprescindible es visitar la Cova d'en Xoroi, en Cala en Porter, a un cuarto de hora de Mahón y en la parte sur de la isla, se trata de una cueva en el acantilado, con muchas terrazas y balcones colgados sobre el mar. Las puestas de sol ahí, son impresionantes. Se visita durante el día y en la entrada lleva incluida una consumición. Por las noches se transforma en una discoteca que hace las delicias de los turistas que la visitan.