El día 7 de abril, hace una semana, mi Carmen me dejó para siempre, junto al mar, en Motril, cerca del Mediterraneo que fue su cuna.
Una gran angustia me atenaza el pecho y la amargura se ha apoderado de mi garganta. Si el resto de las semanas que he de virvir, van a seguir siendo así, me va a ser muy dificil la existencia.
Agradezco a todos las muestras de condolencia.
Quienes tuvísteis la suerte de conocerla y tratarla sabéis que era un ángel.
Perdonad que no aparezca mucho por aquí...,
Un abrazo Eduardo