
Los grandes supermercados y los establecimientos especializados, ofrecen una gran variedad de dulces navideños, procedentes de todas estas localidades, amen de turrones y otras variedades que se fabrican en distintas regiones españolas. Sin embargo, todos los fines de semana se produce un trasiego de vehículos, a modo de peregrinaje por todas estas localidades a la búsqueda de mantecados, alfajores, roscos, polvorones y otras exquisiteces, amén del propio disfrute que supone la visita a estas poblaciones.
Estos viajes tienen una componente lúdica, de excursión y paseo por las calles de estos pueblos a los que, a veces, nos unen vínculos familiares, pero en el fondo a lo que se va es a comprar mantecados. Se buscan aquellos productos difíciles de encontrar en el mercado del que nos surtimos habitualmente y esos pastelitos que han quedado en el recuerdo de nuestro paladar a lo largo de nuestra vida.


Así nos encontramos con empresas que cuidan más el marketing que el respeto a la tradición o a la calidad de las materias primas. Estas materias primas, la almendra, la harina, la manteca, el aceite virgen, los huevos, el azúcar..., valen lo que valen y el precio final se verá afectado por ello, pero si los huevos son ese producto artificial que se vende industrialmente en garrafas de plástico, la almendra se aligera con otros frutos secos más baratos, el azúcar se sustituye por edulcorantes y se abusa de productos químicos como conservantes, espesantes o colorantes, el resultado será más barato, pero no será el que desearía el cliente, que rechazará el producto, por mucho dinero que ahorre.
Hoy en día todos emplean y abusan del chocolate sin que realmente dominen, la mayoría, la fabricación de este producto, empeorando, a mi parecer, el dulce tradicional que tan bien hacían. Se usan y abusan los productos químicos saborizantes que recuerdan vagamente algún sabor y se nominan dulces de tal o cual materia prima cuando no tienen ni rastro de la misma.
Menos mal que, en nuestros pueblos, todavía existen empresas respetuosas de la tradición y de la calidad que, más o menos, sigue poniendo a nuestro alcance los dulces navideños que todos deseamos comprar.

En Alcaudete, Doña Jimena y Productos Mata. En Antequera, La Antequerana, La Flor de Antequera y Mantecados La Perla. En Arjona, Productos Campos. En Estepa La Colchona, La despensa de Palacio, La Estepeña, El Mesias, La Muralla, El Patriarca, San Enrique, y La Vicaría entre otros muchos. En Montoro, Mazapanes La Logroñesa y En Rute, La Flor de Rute y Galleros Artesanos.
Buen provecho golosos.