06 abril, 2015

AMOR (Abril de 2015)

Alguien me ha dicho hace poco, que explique lo que es para mi el amor... El amor, a mis setenta años...
El amor es el sentimiento que mueve el mundo...
Y no hablo del amor a los padres, que ya no tengo..., o a los hijos que se independizaron y tienen su vida, tampoco del amor al prójimo o a la naturaleza...
No..., hablo de amor a la mujer, a la mujer de tu vida con la que compartes o has compartido todo lo que has vivido..., y cuando digo amor no me refiero, a la química de las hormonas que alimenta la pasión amorosa..., me refiero a ese sentimiento que te envuelve y te hace vibrar, que te emociona y te empuja a sumergirte en tus recuerdos, que te identifica o te hace capaz de sentir emoción al leer una poesía o al escuchar la letra de una canción...

Me quedaré con muchas ganas de verte..., vacío y sin aliento.
Estaré a punto de encontrarte, cuando se acabe el tiempo,
o...
Sabes..., quisiera darte siempre un poco más de lo que te pido.
Sabes que soñaré,-si no estás- que me despierto contigo.

Es el sentimiento que te hace sentir dichoso o desgraciado, según pasan por tu mente los recuerdos, pero...
Nunca se es tan dichoso, ni tan desgraciado, como uno se imagina.
Decía Rochefoucauld que “todos tenemos suficiente fortaleza para soportar las desgracias ajenas”, pero..., las propias..., eso es otra cosa.
Nunca olvides que ni al sol ni a la muerte de un ser querido, se pueden contemplar fijamente...
A lo mejor, es por eso, que dicen que el amor está hecho de brillo de estrellas, pero...
Hace mucho que no veo brillar las estrellas y ahora creo que he perdido interés.
Lo único que me permite seguir con el día a día es pensar lo afortunado que he sido por compartir con mi esposa, cuarenta y tres años de mi vida.
Alguien lo dijo antes que yo “... mi vida empezó el día que la conocí y se acabó el día que dejó de estar a mi lado. Lo que ocurrió antes lo he olvidado y lo que suceda hasta que cierre los ojos para siempre, no tiene el interés o la ilusión que me proporcionaba su presencia”
No la siento ausente sino desaparecida y eso me provoca una mayor amargura y angustia.
Se acabó la primavera y el verano del amor que viví a su lado..., y después de un inolvidable otoño, en el que, al final, se fue para siempre..., ha llegado el invierno a mi corazón.
Como ya he dicho en alguna ocasión... Jamás olvidaré sus besos, por la mañana, por la tarde, por la noche y a todas horas. En mi mente se ha quedado grabado para siempre el brillo de sus ojos. En mi piel perdurará mientra viva, la última caricia de su mano y el aliento de su abrazo. El sonido de su voz me acompaña a donde quiera que vaya..., y en mi corazón... Su recuerdo aviva las brasas encendidas que dejó...
Es totalmente imposible dejar de pensar en lo que permanentemente vive en el corazón.
Ya lo decía Machado “Conmigo irás mientras proyecte sombra mi cuerpo y mi pie deje huella sobre la tierra”, y ¿quien soy yo para llevarle la contraria?
Estoy de acuerdo y así será por siempre.
Vendí el coche en el que la percibía sentada a mi lado y en éste que tengo ahora, sigo sintiendo su presencia.
Mi deseo más ferviente es que me pudiese dar su mano y sentir que camina a mi lado, aunque no la vea ni pueda oír su voz.
Le habría dado la mitad de mi vida para poder vivir algo más junto a ella, acabando nuestras vidas a la vez...

Solo vale la pena vivir si alguien te ama
Y tú me has amado hasta la extenuación
Así es que ni la muerte nos puede separar
Al menos hasta que yo también deje de existir
y aun así he pedido que junten nuestras cenizas...

Es gratificante que muchas personas compartan estas reflexiones y se emocionen con estos sentimientos que aquí muestro, lo que no me gusta tanto es que esas personas sean mayoritariamente mujeres y que sean pocos lo hombres que me manifiesten, su capacidad de emocionarse con estas palabras.

Hoy es 7 de Abril y hace cuatro años que mi Carmen no está conmigo.