10 diciembre, 2008

Peñiscola para "carrozas"

Lo que no viene en las guías

En la calle principal de la zona moderna, que va de la Plaza de la Constitución a la bahía y en dirección al casco histórico, hay una inmobiliaria que expone en sus escaparates una colección de fotografías antiguas en donde se pueden apreciar los espectaculares cambios que se han producido en Peñíscola. Cuento esto porque hacía unos treinta años que no iba a este lugar y mis recuerdos se parecen más a las vetustas fotos que a lo que contemplo en la actualidad.
Peñíscola es un enclave impresionante se mire como se mire. Su maciza fortaleza fue objetivo primordial de órdenes militares, desde los Templarios a los de Montesa, sede del papa Luna y bastión de la guerra de la Independencia, resistiendo a los cañones franceses.
Las autoridades culturales castellonenses han hecho mucho por recuperar el entorno, pero no han sabido involucrar a los vecinos y constructores para que en el recinto amurallado se construyeran viviendas con apariencia acorde a lo que debería ser por proximidad al castillo. La circulación y aparcamiento de vehículos en el casco histórico, las antenas de TV y el cablerío de alumbrado y teléfonos, son los principales obstáculos para optimizar la estética del lugar. Otra cosa es el paseo marítimo que llega a Benicarló, totalmente atiborrado de edificios de hoteles y apartamentos que a lo largo de siete u ocho kilómetros discurre al lado del mar con una cuidada y limpia playa por la que es una gozada pasear en otoño.
He fijado mi residencia en el Hotel Ágora, con Spa y todos los avíos, estrenado este mismo año, es lo más de lo más en lo que a diseño y modernura se refiere, pero estamos en Noviembre y tienen que adecuarse al mercado que queda debido a fechas y crisis, por lo que el buffet de autoservicio alimentario no es lo que se corresponde a un cuatro estrellas. También es verdad que el precio es muy asequible.

En Peñíscola está la fortaleza y el paseo marítimo y eso da para lo que da, así es que hay que programar una serie de visitas a los alrededores que hagan amena la semana que vamos a permanecer aquí y el primer lugar que visitamos es Morella. Esta ciudad amurallada está en ruta de Vinaroz a Zaragoza y aunque la carretera es buena, en su último tercio te hartas de curvas. He visto pueblos medievales mejor conservados y más espectaculares pero ya que estoy aquí aprovecho para admirar su cerco amurallado, la catedral, que bien merece ser visitada, y su calle principal que está porticada a lado y lado. Imprescindible tomar un café con leche y unos laons de Morella, especie de empanadilla rellena con una pasta de requesón y almendra, rico, rico.
Tortosa es otra ciudad a visitar. Tomando la AP-7, siempre a base de pagar peaje, te deja muy cerca. Como siempre, lo más perentorio es encontrar donde dejar el coche lo más céntrico posible, cosa no muy difícil.


Lo primero visitar el Ebre, como sus habitantes dicen, lleno a tope y que en unos pocos kilómetros se pierde en el mar Mediterráneo, por mucho que me lo expliquen no entiendo los grandes letreros en sus laterales que dicen no al trasvase. Al lado del río, el Mercado Municipal, imponente y espectacular, me encantan sus puestos de pesca salada donde el bacalao es el rey. Los cuidados bares de su interior repletos de exquisiteces, bocadillos y tapas que son la delicia de los que vienen aquí a comprar.


Luego hay que callejear y visitar su catedral que tiene una importante exposición permanente, después es imprescindible subir al castillo, que es Parador Nacional, aunque para ello hay que atravesar una zona antigua, vieja, abandonada y ruinosa que ha sido dejada en manos de okupas, marroquíes en su mayor parte, que no es lo que esperábamos para esta zona.
Una curiosidad de origen medieval, que me llamó la atención, es la Cucafera, especie de tortuga o dragón gigante sin patas pero que dispone de una cabeza semejante a la de un cocodrilo, que mueve adelante y atrás constantemente y que tiene unas hermosas orejas. Por lo visto este bicho se alimenta de gatos y algún que otro niño, siendo en la procesión de la Virgen de la Cinta, patrona local, donde se exhibe con arrogancia para jolgorio de los que la contemplan.

Otra excursión a realizar es la visita a Castellón, capital de la provincia por la que hay que pasear su moderno centro urbano, lleno de buen comercio que se encuentra ubicado entre el carrer d´Enmig, o sea la calle de Enmedio y la calle Mayor. Como sabéis lo primero que busco en una ciudad es su mercado y el Mercat Central de aquí es de impresión. Está separado el pescado del resto por la cantidad de paradas y la abundancia de la oferta. Deambular por entre los repletos mostradores donde hay de todo y hasta bien de precio es alucinante ¡Que variedad y que frescura de pescados!
Al lado el Ayuntamiento y la concatedral, con su torre exenta, en una plaza gemela a la que hay al otro lado del mercado repleta de bares y que la tienen llena de mesas y veladores.
Hace dos días solamente que se inauguró en la concatedral la exposición cíclica que La Llum de les Imatges (La Luz de las imágenes), que en esta ocasión se llama Espais de Llum (Espacios de Luz) y como es natural no me la podía perder. Cuadros primorosamente restaurados, la propia concatedral está perfectamente restaurada, y óleos e imágenes de varias épocas componen una muestra que se complementa con la que hay en Burriana y Villa Real.
Ya he tenido oportunidad de ver varias exposiciones en distintos años de esta muestra de La Luz de las Imágenes y nunca me ha defraudado, al igual que la que desde hace tiempo se realiza cíclicamente en Castilla León y que llaman Las Edades del Hombre y la que hacen en la región de Murcia, llamada Huellas.
Hablo con algunas personas que visitan la exposición y al comentarles que mi tierra es la cuna del Barroco y detallarles parte de la ingente cantidad de arte sacro, catedrales y conventos que hay en Andalucía, me dicen con socarronería que por qué no se hace esto mismo en mi tierra. No se que contestar y no alcanzo a comprender la razón de que no hayamos sido capaces de crear algo tan bello y con tanto potencial artístico y turístico. Seguro que nadie encuentra respuesta a esta cuestión ¿o quizás si?
He dejado para el último día lo más cercano, Benicarló y Vinaroz, enclaves típicamente veraniegos. No dan para más de una mañana entre las dos y paradógicamente es mejor y más bonito Benicarló (tierra de las alcachofas) aunque sea una ciudad de menor importancia. Ambos pueblos tienen un buen mercado municipal y es lógico que su oferta sea inferior a la que vimos en Castellón, lo que no entendemos es que sus precios sean bastante más caros que en la capital (lo único bien de precio son las naranjas y las mandarinas). Por otro lado se entiende que su progreso se debe fundamentalmente a la cantidad de veraneantes que acogen cada año y que en algunos casos, triplica su población habitual.

2 comentarios:

Maru dijo...

Siempre estoy buscando Ofertas de hoteles en Peñiscola, y también vuelos baratos porque me han dicho que es espectacular.

Rona Pizarro dijo...

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