Siempre que llega el 22 de Diciembre por la mañana, y pongo la radio o la tele para enterarme del sorteo de lotería en directo, me acuerdo de María Arcos.
Me acuerdo de ella constantemente, pero en estas ocasiones me viene a la memoria una escena que ocurrió, hace casi veinte años, en la cocina de mi casa de Jaén.
- Ojalá que nos toque la lotería.
- Y para qué quieres que te toque, Mami.
- Para no ser pobre.
No dijo para tener mucho dinero, ni para ser rica, dijo "para no ser pobre". Ella no sabía si sería bueno o no ser rico, lo que sabia perfectamente es lo que significa ser pobre..., y eso, quería dejar de serlo.
A ella, a María Arcos le debo muchas cosas y una de ellas es que supo inculcar a mis hijos ese concepto, entre otros muchos.
Una vez me dijo uno de mis hijos, cuando tenía aproximadamente nueve años - Pero.. papá ¿como vamos a ser pobres si tenemos dos teles?
Y le tuve que explicar que no éramos indigentes, pero pobres..., absolutamente.
María Arcos era la Mami, o sea mi suegra, y algún día tendré que escribir, largo y tendido, sobre esta persona extraordinaria.
1 comentario:
Tenia cada detalle la señora Maria,yo recuerdo que los meses de agosto tan calurosos le gustaba ir ala playa al atardecer,cuando se ponia el sol y se sentaba en una silla en la arena viendo la playa,y le preguntaba que como se encontraba
señora Maria y me contestaba,esto es la gloria,nunca se me olvida.Nosotros cada año a finales de Octubre,vamos al cementerio,hacemos el recorrido y visitamos su tumba.Un saludo desde Badalona MIGUEL.
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